Maxime Winberg, psicólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Toledo, aclara que, si bien algunos enfermos mentales cometen delitos, la mayoría de los graves los cometen personas que, simplemente, son malas.

Así, añade, la mayoría de los pedófilos no tienen trastornos graves y suelen ser personas adaptadas socialmente, y quienes cometen homicidios como los de violencia machista no han planificado sus acciones y en muchas ocasiones no hay antecedentes de malos tratos, y ni son perturbados ni sufren de psicosis. Maxime Winberg, que dio en la capital tinerfeña un curso sobre evaluación del testimonio de las víctimas y pseudovíctimas, comenta que hay personas que sufren trastornos después de cometer el delito, una vez han comprendido lo que ha ocurrido pero no tenían un trastorno previo.

Algunos trastornos surgen después del crimen, según el psicólogo forense Maxime Winberg

Los informes que realiza Maxime Winberg son periciales o psicológicos en el ámbito penal y a petición ya sea del fiscal o del juez y tanto para una persona imputada como para una víctima o pseudovíctima, cuando las pruebas no son concluyentes. El curso en que participa Maxime Winberg está organizado por el Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife con la finalidad de facilitar técnicas científicas fiables con las que los psicólogos puedan establecer si el testimonio se corresponde con una víctima o no de un delito.

El psicólogo forense no ve todas las denuncias que llegan a los juzgados, sino aquellas en las que es relevante el componente psicológico, y en cuanto a su trabajo señala que solo trata delitos graves y en el ámbito penal. En cuanto a la fiabilidad del testimonio, reconoce que es relativa y en muchas casos depende de la experiencia del psicólogo para detectar la mentira.