La terna formada por Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Posada de Maravillas, que tomó la alternativa, ofrecieron hoy una gran tarde de toros y abrieron la puerta grande en la primera corrida de la feria de Zafra (Badajoz).

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de la ganadería de Zalzuendo de aceptable presentación y juego, aunque no con demasiada fuerza.

Posada de Maravillas: pinchazo y estocada, una oreja; y pinchazo y estocada, dos orejas.

Morante de la Puebla: estocada, una oreja; y pinchazo y estocada, dos orejas.

Alejandro Talavante: pinchazo y estocada, una oreja; y pinchazo y estocada, dos orejas.

El público prácticamente llenó la plaza.

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UNA ALTERNATIVA FELIZ

El extremeño Posada de Maravillas fue recibido con una gran ovación de la que hizo partícipe a sus compañeros de terna, antes de recibir a "Velaluna", un toro negro burraco que no mostró demasiada fuerza.

A las 17.15 horas recibió los tratos de matar de manos de Morante, en presencia de Talavante. Brindó a su tío Antonio y a su hermano Santiago, los dos matadores de toros, vestido de azul marino y oro.

Trasteó por bajo al animal y compuso una faena suave, aliviando las pocas fuerzas del estado, pero compensada por la buena clase del animal. Remató con la espada tras un pinchazo y el toricantano fue premiado con la primera oreja de la tarde.

Morante recibió al segundo de la tarde pegado a las tablas con un farol aplaudido por el público. Acto seguido, "Zaragatero" zarandeó al torero sin consecuencias aparentes, pero sí con rotura de la taleguilla y visibles signos de molestia.

El toro, que tenía un peligro sordo y se dolió en banderillas, le obligó a torear en corto con el beneplácito del público. No brinda a nadie y al hilo de la tablas hilvana una faena ortodoxa y con sabor a torero caro, guisada con la derecha en un profundo silencio tan solo roto por los aplausos de un público entregado.

El sevillano remató con vistosos naturales y una estocada que es suficiente para ganarse una oreja.

"Vago" se llamó el cuarto de la tarde, recortadito de pitones, con el que se mostró agusto. Relamió los muletazos a un toro obediente en la composición de una faena larga y gustosa cocida al vapor del pasodoble "Nerva". Levantó a la gente de sus asientos y paseó las dos orejas de su oponente.

Escasito de fuerzas resultó el primero del extremeño Talavante, que sólo recibió una vara suave, a petición del torero, que no brindó la faena. El buen son en la embestida resalta la laboral del torero, que entusiasma al público con su quietud e improvisaciones casi siempre con la mano izquierda.

Se perfila despacio y pincha antes de una estocada que es suficiente para que se le premie con una oreja y dos gallos que le lanza su amigo y aficionado Ricardo de la Gala.

Bonita presencia tuvo el quinto, con el que Talavante mostró su exquisito gusto lanceando como entrada a una faena iniciada con estatuarios, pespunteada con la mano izquierda y bordado de relieve con la derecha, que el público saborea y agradece.

Cerró plaza Posada de Maravillas con "Guiño", con el que luce el vuelo de su capote y muletazos de buen ver, arropado por los aplausos y olés de la grada, y logrando poner el broche de oro a una gran tarde de toros.