Los desastres naturales y humanitarios están provocando un dramático incremento del matrimonio infantil en todo el mundo, según ha denunciado este jueves Girls Not Brides, una alianza mundial que lucha por acabar con esta práctica y que ha llamado a los gobiernos a actuar para ponerla fin.

El número de niñas a las que sus familias casan para tratar de sobrevivir aumenta en momentos de crisis como emergencias de refugiados, inundaciones, terremotos o la guerra, ha explicado este organismo.

Así, los estudios demuestran que los matrimonios infantiles se han incrementado hasta un 20 por ciento en los campos de refugiados sirios en Jordania, mientras que en Bangladesh, un país donde las inundaciones y otros desastres naturales son recurrentes, las familias más pobres ven el matrimonio como la mejor salida para proteger a sus hijos, a los que no pueden alimentar o ofrecer una educación.

Girls Not Brides ha subrayado que existe la prueba contundente de que en todo tipo de contextos, no solo en las emergencias, el matrimonio infantil tiene un "impacto devastador en la salud, la educación y las oportunidades de los 15 millones de niñas a las que se casa cada año", así como en sus comunidades.

Por primera vez, los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados la semana pasada por la ONU, incluyen el objetivo de acabar con el matrimonio infantil, por lo que Girls Not Brides ha reclamado a los gobiernos que conviertan sus compromisos en acciones para lograr esta meta para 2030. CAMPAÑA MUNDIAL

Para ello, este jueves se pone en marcha la campaña #MyLifeAt15 con el fin de presionar a los gobiernos a aplicar de forma urgente sus compromisos en la materia. La campaña se centrará en resaltar las aspiraciones personales como adolescentes de líderes mundiales, activistas y niñas en todo el mundo y pedirá a los gobiernos que adopten políticas, programas y planes para acabar con el matrimonio infantil de una vez por todas.

Una de las personalidades que apoyan la campaña es el arzobispo sudafricano Desmond Tutu. "Quince millones de niñas son empujadas al matrimonio cada año, casi siempre con hombre mayores que ellas", ha subrayado. "Estas chicas pierden ante nuestros ojos su infancia, su oportunidad de ser educadas, de convertirse en algo que quieren, y es nuestra responsabilidad, todos juntos, de asegurarnos que esto para", ha defendido.

"Las situaciones de emergencia son a menudo la gota que colma el vaso para las familias que ya viven en el filo. Decantan la balanza y hacen imposible que padres desesperados puedan llegar a fin de mes y proteger a sus hijos", ha subryado el director ejecutivo de Girls Not Brides, Lakshmi Sundaram.

"Casar a sus hijas puede parecer la única solución", ha añadido, defendiendo que "por ello no es suficiente con que los gobiernos acuerden objetivos para acabar con el matrimonio infantil" sino que "tienen que cumplir sus compromisos".

En este sentido, ha reclamado a los gobiernos que "creen alternativas para las niñas y sus familias". "Si los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil no actúan ahora, el número de mujeres casadas en la infancia se incrementará de los más de 700 millones actuales a 1.200 millones para 2050", ha remachado.