Los padres de una niña de 12 años, con una enfermedad irreversible, para la que solicitan una "muerte digna", declararon ayer estar "indignados" al informar de que cuentan con un informe favorable del comité de ética de la Gerencia del hospital de Santiago de Compostela y, pese a ello, el centro sanitario se opone a su petición.

Estela Ordóñez es la madre de esta pequeña y, junto a su marido, compareció ante la prensa tras una reunión ayer en el centro médico con profesionales que atienden a la niña y de la que salieron como habían entrado, según sus propias palabras, puesto que se les dijo que este documento "no es vinculante" y que la cría no ha llegado "al punto de retirada de la vida artificial".

Sus progenitores sostienen, no obstante, que desde septiembre de 2014 la menor ha empeorado gravemente, deteriorándose incluso su alimentación hasta extremos muy dolorosos, y también que después de años luchando como "una campeona", su cuerpo "no aguanta más". Aunque nunca le dieron grandes esperanzas de vida y pensaban que jamás llegaría a la pubertad, a tenor de las opiniones de los médicos, los obstáculos siempre se iban solucionando, de un modo u otro, algo que ya no ocurre, lamentaron.

El servicio de Pediatría del hospital está actuando ante esta circunstancia "según los principios más estrictos de la ética", ha informado en un comunicado, en el que recalca su respeto total "por la legislación vigente".

El PSOE anunció ayer que si llega al Gobierno aprobará una ley de muerte digna para garantizar el derecho de las personas que expresen su deseo de morir en caso de que no se les pueda salvar la vida.