Más de 160 millones de menores de cinco años sufren retraso en su crecimiento, una cifra detrás de la cual se esconden factores como una dieta pobre en nutrientes, un ambiente poco saludable y hasta la incidencia del cambio climático.

Que un niño en particular sea más pequeño de lo normal no tiene por qué ser un problema social, pero si ese patrón se repite en una comunidad significa que algo está fallando, apunta el investigador Lawrence Haddad.

El experto dijo que el retraso en el crecimiento infantil, según cifras de la ONU, afecta a 161 millones de menores, aunque "ya se ha empezado a ganar" esta batalla.