Un investigación microbiológica ha demostrado que el pensamiento de plantas y animales, incluyendo a los seres humanos, como individuos autónomos es una grave simplificación.

Una serie de estudios han revelado que lo que siempre se ha pensado como ''individuo'' es en realidad "una red biomolecular" que consiste en "ejércitos visibles e invisibles de microbios que tienen un efecto significativo sobre cómo se desarrolla el anfitrión, sus enfermedades, la forma en que comporta y, posiblemente, incluso sus interacciones sociales".

"Es un caso de un todo mayor que se formar por la suma de sus partes", ha dicho Seth Bordenstein, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad de Vanderbilt, que ha participado en este trabajo.

El artículo, publicado en ''PLoS Biology'', destaca que las partes son el anfitrión y su genoma, más los miles de especies diferentes de bacterias que viven en o sobre él, junto con todos sus genomas, conocidos colectivamente como el microbioma.

"El anfitrión es algo así como la punta del iceberg, mientras que las bacterias son como la parte del iceberg que está bajo el agua", explica el texto.

Los microbiólogos han acuñado nuevos términos para estas entidades colectivas --holobionte-- y por sus genomas --hologenoma--. "Se necesitan estos términos para definir el conjunto de organismos que conforman la llamada individual", ha declarado Bordenstein.

A pesar de que esta teoría no cambia las reglas básicas de la evolución, los holobiontes tienen una manera de responder a los desafíos ambientales que no está disponible para los organismos individuales: Pueden alterar la composición de sus comunidades bacterianas.

Según Bordenstein, estas ideas están ganando aceptación en la comunidad microbiología. En la Sociedad Americana de Microbiología ya se ha convocado una sesión inaugural sobre "Holobiontes y sus Hologenomas" y la revista ''ASM mBio'' planea publicar un número especial sobre el tema el próximo año. Sin embargo, la adopción de estas ideas ha sido más lenta en otros campos.

"En la actualidad, el campo de la biología ha llegado a un punto de inflexión. Los silos de la microbiología, zoología y botánica están rompiendo y esperamos que este marco ayudará aún más unificar estos campos", ha concluido Bordenstein.