El papa Francisco afirmó ayer que el "trabajo es algo propio de la persona y expresa su dignidad de criatura hecha a imagen de Dios" y, por eso, exige "una gran responsabilidad social" y que no sea dejado "merced de la lógica del beneficio". Jorge Bergoglio, durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI y dedicada al tema del trabajo, recalcó que "la gestión del trabajo supone una gran responsabilidad social, que no se puede dejar a merced de la lógica del beneficio o de un mercado divinizado en el que con frecuencia se considera a la familia como un peso o un obstáculo a la productividad".

El pontífice sostuvo que "el trabajo es necesario para mantener a la familia, para ayudar a los hijos a crecer y para asegurar a los seres queridos una vida digna".