El año 2014 ha supuesto un punto de inflexión en la Universidad para superar la crisis, pues parece que estos centros ya no van a gestionar presupuestos a la baja y se ha llegado al límite en el descenso de inversión en I+D, destacaron ayer los autores del último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD).

"Los recortes presupuestarios parece que están llegando a su fin" y todo hace pensar que la reducción de los presupuestos en la universidad "será mínima o inexistente", aunque no se volverá a los niveles que había antes de la crisis, afirmó el coordinador general del informe 2014, Martí Parellada.

No obstante, advirtió de que se desconoce si volverá a aumentar el numero de universitarios después de que en los últimos tres cursos hayan descendido en más de 80.000.

No hay "estudios solventes" que expliquen con precisión las causas de esta disminución de alumnos, aunque Parellada citó el aumento de las tasas, la bajada de población joven o el hecho de que hoy resulta casi necesaria una "dedicación exclusiva" para estudiar en una universidad.

Parellada reconoció que con tasas más altas y becas más bajas se hace "más difícil" estudiar en la Universidad, que todo ello es "una decisión estrictamente política" y que un cambio de tendencia corresponde a "los parlamentos correspondientes".

La Fundación CyD, presidida por Ana Patricia Botín, tiene el objetivo de analizar la contribución de las universidades al desarrollo económico y social del país, recordó su vicepresidente, Francesc Solé.

Tanto Solé como Parellada resaltaron que la fotografía de la Universidad en 2014 es "un momento de inflexión". Para esta conclusión se basan en distintos indicadores del año pasado, en especial la mejora la inserción laboral de los titulados.

Así, la tasa de paro de los titulados universitarios descendió casi un punto y medio y la tasa de empleo aumentó más de un punto (en torno al 15% en 2013), "una mejora más significativa en España que en la UE".