España suspende en Educación, lucha contra la discriminación y participación política de los inmigrantes según el ranking internacional de integración (Mipex) que realizan cada cuatro años el Migration Policy Group y el CIDOB con apoyo de la Comisión Europea y que en esta ocasión ha analizado 167 indicadores de 38 países.

Conforme los datos presentados este martes por la codirectora del proyecto Mipex 2015 e investigadora principal, Elena Sánchez-Montijano; el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Joaquín Arango; y el director del CIDOB, Jordi Bacaria; "la inacción y retrocesos durante la crisis puede haber deshecho algunos logros básicos para garantizar la igualdad de protección para todos los grupos vulnerables de la sociedad en España".

Los 167 indicadores se aplican en ocho grandes áreas de actuación y sirven para asignar puntuaciones de 0 a 100 y colocar a los países analizados en un ranking. En el de 2015, España pierde tres puestos respecto a 2011 y se sitúa en undécima posición de 38 posibles, abandonando así el top 10 de países en materia de integración. Obtiene 60 puntos, exactamente en la media de la UE-15 y algo por encima de la general, situada en 58.

Sin embargo, los resultados por áreas difieren. Su "mayor debilidad" se encuentra en la educación de los niños, con 37 puntos sobre 100 y un retroceso de cinco puestos en la clasificación: del 13 al 20.

El estudio, que toma datos de la OCDE, concluye que en España "falta apoyo a especificidades concretas" del alumnado, no se presta apoyo en educación no obligatoria y se ha suprimido la asignatura que enseñaba diversidad, Educación para la Ciudadanía.

"Los alumnos con bajo nivel de alfabetización en España tienen menos probabilidades de beneficiarse de cursos adicionales fuera de la escuela que de media en la Unión Europea", explicó la investigadora, para destacar que sólo un tercio de estos alumnos con problemas de alfabetización reciben apoyo escolar, el 35% si son extranjeros y el 28% si son hijos de éstos.

La peor nota en participación política

España también está a la cola de la participación política de la inmigración. Obtiene la peor nota de la Europa Occidental, con 54 puntos (tres menos que en 2011) y un puesto 15 de los 38 países estudiados. Entre los factores que influyen, destaca la desaparición del Fondo para la Integración de Inmigrantes, lo que "ha debilitado a las asociaciones y ha provocado que muchas estén desapareciendo" y su política restrictiva de voto basada en la reciprocidad, pues "sólo 12 países han firmado el acuerdo y de ellos sólo cinco tienen flujos importantes a nivel numérico" hacia el país.

Según distintas encuestas tenidas en cuenta por el Mipex, los inmigrantes con residencia permanente en España son políticamente más activos (42%) que en la UE (37%), sin embargo, esta situación no se traduce en una mayor participación, pues de 340.000 extranjeros no europeos llamados a votar en los comicios del pasado 24 de mayo, "tan sólo 45.554 inmigrantes se registraron". Sólo el 2% de los no europeos eran elegibles.