La creciente agresividad de las abejas hacia los seres humanos puede deberse a la importación no regulada de diferentes especies desde países exóticos con el fin de mejorar la productividad que, al combinarse con las locales, pueden llegar a alterar su comportamiento e incluso su genética.

Así lo aseguró el director general de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Bernard Vallat, al explicar que "existen muchas variedades de abejas en el mundo con un comportamiento diferente" pero el problema es la importación de huevos o de reinas para mejorar la producción porque la mezcla genera "una globalización de los patógenos", así como de las conductas.

Así, en África existe una especie "muy agresiva" cuyos individuos, al ser importados a España, "introdujeron características genéticas de violencia en especies que no las tenían".

En los últimos tiempos se han producido diversos sucesos con estos insectos dentro y fuera de España: así, a finales de mayo en la provincia de Salamanca un anciano fue hospitalizado tras el ataque de un enjambre de 700 abejas mientras en León la Policía Local tuvo que cortar el tránsito en una calle durante tres horas por otro enjambre de 30.000 individuos.

Casos parecidos se han producido en otros puntos del mundo como Florida (EEUU), donde un hombre y una anciana recibieron cada uno más de un centenar de picaduras en sendos ataques, o Río de Janeiro (Brasil), donde un policía murió hace cerca de dos años en una favela durante una operación contra el narcotráfico en la que resultó afectada una colmena.

Vallat denuncia que los intercambios descontrolados se lleva a cabo indiscriminadamente, incluso a través de Internet, lo que contribuye a una disminución del número de abejas.

Un factor importante de riesgo, "el peor de todos", es la varroasis: una enfermedad causada por un ácaro parasitario similar a una diminuta garrapata que se adhiere a las placas ventrales de las abejas y puede destruir una colonia entera.

El vicepresidente de la Fundación Amigos de las Abejas, Jesús Manzano, señala otros factores que colaboran en el debilitamiento de su sistema inmunológico como "los pesticidas, la nosemosis (producida por el hongo parásito Nosema ceranae) y los sistemas industriales basados en campos de monocultivos que reducen la diversidad de alimentos para las abejas".