La alarma creada en Corea del Sur por el brote de coronavirus, que ayer sumaba 30 infectados y dos muertos, ha llevado al cierre de más de 200 centros escolares y a activar un plan de emergencia por parte del Gobierno.

Un total de 230 colegios y guarderías, la mayoría en la provincia de Gyeonggi que rodea Seúl, cerraron ayer sus puertas hasta al menos el fin de semana con el fin de aplacar los contagios, anunció el Ministerio de Educación.

El Gobierno celebró una reunión de emergencia en la que se decidió crear un equipo especial compuesto de funcionarios, médicos y expertos que diseñarán medidas para atajar la propagación del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y coordinar la respuesta de los hospitales.

La presidenta, Park Geun-hye, reconoció que "muchos surcoreanos están nerviosos" y pidió "los mayores esfuerzos" a las autoridades sanitarias, especialmente para proteger a los más vulnerables, como niños y ancianos.

Casi 700 personas han sido puestas en cuarentena hasta el momento, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó el martes que "se pueden dar más casos" de esta enfermedad poco conocida.

La alerta por el brote del coronavirus en Corea del Sur también está afectando al turismo. Unos 2.000 chinos y 500 taiwaneses han cancelado de momento sus viajes al país