El envejecimiento de la población y el aumento de los factores de riesgo aumentarán un 25% la prevalencia de la insuficiencia cardiaca en 2030, según se expuso ayer en una reunión de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) celebrada en Sevilla.

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad grave que se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo, por lo que uno de sus primeros síntomas es la falta de aire y la dificultad al respirar.

Esta patología se asocia a una alta morbilidad por sus complicaciones relacionadas, como arritmias cardiacas mortales, fallo de órganos vitales, como el hígado o el riñón, o la formación de coágulos que pueden desembocar en una embolia de pulmón o un ictus.

Actualmente, un 6,8% de la población española mayor de 45 años sufre insuficiencia cardiaca, lo que suma 1.320.376 personas, y su incidencia aumenta con la edad llegando a afectar a entre un 15% y un 20% de los mayores de 85 años, según los datos expuestos en este evento médico.

La insuficiencia cardiaca es también la causa más frecuente de hospitalización de mayores de 65 años y origina cada año más de 100.000 ingresos. En 2013 provocó 16.888 fallecimientos en España, 10.752 mujeres y 6.136 hombres.