El papa Francisco instó a la comunidad internacional "a que no asista muda e inerte" ante el "inaceptable crimen" de la persecución de los cristianos en varias partes del mundo.

Francisco recordó a los "perseguidos, exiliados, asesinados y decapitados por el sólo hecho de ser cristianos", tras el rezo del Regina Celi, asomado a la ventana del palacio pontificio en Plaza de San Pedro.