El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, quiere tener listo en marzo su Plan Estratégico para el abordaje de la hepatitis C, antes de Semana Santa y de que se convoquen las elecciones autonómicas, pero de momento descarta que se vaya a crear un fondo específico para financiar los fármacos de última generación contra la enfermedad.

En su primer Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), Alonso logró el compromiso de todas las comunidades de que los medicamentos de última generación contra la hepatitis C se van a dar a los pacientes en función de los criterios clínicos que se acuerden en este futuro plan, en el que ya está trabajando el comité de expertos constituido el lunes pasado para tener un primer borrador en tres semanas.

"Todos consideramos que el hecho de que haya nuevos tratamientos es una oportunidad y abre una puerta a la esperanza", defendió el ministro, que también acordó con las comunidades que el tema se use "con fines partidistas o populistas". "Que no se nos olvide que lo más importante es el paciente, aunque a unos les interesan mucho los millones y a otros los votos", insistió.

De momento, Alonso reconoció que hay "capacidad financiera" para pagar estos nuevos fármacos en función de las condiciones de uso inicialmente fijadas en los informes de posicionamiento terapéutico (IPT) y las guía de práctica clínica, en virtud de las cuales se preveían tratar unos 7.000 pacientes, y del precio acordado con las farmacéuticas, que por primera vez reconocieron que estaría en torno a 43.500 euros para un tratamiento de 12 semanas.

No obstante, matizó, todavía están a la espera de que las comunidades concreten cuántos pacientes necesitarán estos fármacos ya que, si son más de los previstos al inicio, "habrá que ver hasta que punto hay capacidad financiera o no, y cómo se aborda". "No tenemos datos consolidados y son imprescindibles a la hora de plantear un plan serio para el abordaje integral de la enfermedad", según el ministro.

"Veremos como lo abordamos, ahora no tiene sentido fijar un fondo, no nos parece razonable", insistió, y avanzó que todavía está pendiente la aprobación de nuevos tratamientos cuyo precio se está negociando.

"Es irresponsable verter presión sobre los que están en mesa de negociación. La presión debe caer en otro sitio", espetó el ministro, insistiendo en que "el dinero siempre es un problema, para todo". Además, reconoció que a lo largo de 2015 hay algunos medicamentos para otras patologías que pierden la patente, lo que conllevará una bajada de precio y permitirá "introducir ahorros e incorporar innovaciones".