La Audiencia de Cantabria ha condenado a cuatro meses de cárcel y un año de inhabilitación para trabajar con animales al dueño de un palomar del municipio cántabro de Soto de la Marina por apresar y matar a un halcón, a cuyo dueño deberá indemnizar con 2.000 euros.

La Sección Tercera de la Audiencia confirma así una sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Santander, contra la que el acusado había presentado recurso de apelación.

El halcón, que había sido criado en cautividad y era utilizado en labores de cetrería, fue encontrado en un contenedor de basura, cerca del palomar, dentro de una bolsa de plástico que también contenía dos piezas de cuero del animal y una hoja manuscrita del acusado con números de identificación de cinco de sus palomas, entre otros objetos.

El animal había recibido un golpe en la cabeza y se le habían cortado las patas antes de ser arrojado al contenedor.

El dueño del palomar reconoció en el juicio que sus palomas habían sufrido ataques de halcones "casi todas las semanas" y que semanalmente perdía entre diez y quince.

También admitió que deposita la basura en el contenedor en el que apareció el halcón muerto y mutilado.

Según el testimonio del denunciante, en la tarde del 13 de enero de 2011 soltó a un halcón de su propiedad para que volara en la zona de la mies de Liencres y le perdió de vista cuando sobrevolaba la localidad de Prezanes.

Tras unos 45 minutos de búsqueda, encontró su cadáver en un contenedor de Soto de la Marina gracias a la señal emitida por el transmisor que llevaba y cogió la bolsa para entregársela a la Guardia Civil.

El propietario del palomar alegó en su apelación que la bolsa pudo haber sido manipulada por el denunciante, que, en todo caso, cualquier persona pudo haberla colocado en un contenedor situado en la calle y que el transmisor no había aparecido.

La sala considera, sin embargo, que el juzgado hizo una valoración "lógica y coherente" del material probatorio y que a falta de prueba directa, la indiciaria resulta suficiente en este caso, tal y como queda establecido en la jurisprudencia.

El propietario del palomar ha sido condenado por un delito de maltrato de animales domésticos ya que un halcón criado en cautividad para labores de cetrería está considerado por el Código Penal como un animal amansado.