La robótica humanoide, dotada de aspecto antropomórfico y funcionalidades humanas, está dando pasos de gigante a la hora de convivir con el hombre en tareas tan cotidianas como la asistencia a ancianos, el entrenamiento terapéutico, el suministro de fármacos a enfermos o la vigilancia de niños en casa.

Más de 400 expertos participan en el congreso de tres días inaugurado ayer en Madrid sobre robótica humanoide, llamado "Humanoids", considerado el más importante del mundo en este campo, y que fue organizado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M).

Se trata de la decimocuarta edición de este congreso, que dura hasta hoy, y que está auspiciado por el Institute of Electrical and Electronics Engineers y la Robotics and Automation Society (IEEE-RAS).

Esta cita se celebra cada año en un continente y en esta ocasión, por primera vez en España, bajo el tema "Los humanos y los robots cara a cara", con el objetivo de demostrar las destrezas de este tecnología en entornos cotidianos.

Uno de los robots estrella es NAO, que además de venderse como juguete por su versatilidad de movimientos y pequeño tamaño a un precio entre 5.000 y 6.000 euros, se está comercializando también como plataforma educativa, por su capacidad para dar clases o manejar pizarras interactivas.

Además, NAO cuida a enfermos y colabora en tratamientos terapéuticos, por ejemplo con niños con problemas de movilidad o autistas. También se le puede programar para tener destrezas sociales: transmite a los niños mensajes de ánimo o les corrige cuando no entrenan correctamente.