La Policía indonesia confirmó que las autoridades indonesias realizan test de virginidad a las reclutas que aspiran a entrar al cuerpo como un prueba de su fortaleza física y moral, un examen que Human Right Watch (HRW) tilda de humillante, publican hoy medios locales.

El director del departamento legal de la Policía Nacional, Moechgiyarto, señaló que estos test están reservados exclusivamente para mujeres, según las normas de la autoridad, y se realizan en hospitales operados por la policía, informa el diario "The Jakarta Post".

"El procedimiento lleva practicándose durante mucho tiempo. Tenemos que comprobar la calidad (de las candidatas) constatando su virginidad", señaló Moechgiyarto durante una rueda de prensa ayer en la capital de indonesia.

HRW denunció el pasado martes la práctica, comúnmente conocida como la "prueba de los dos dedos", en un informe elaborado a partir de entrevistas con agentes en activos y retiradas, aspirantes, doctores de la policía y activistas.

"La Policía Nacional de Indonesia usa los test de virginidad como una práctica discriminatoria que daña y humilla a las mujeres", alertó en un comunicado Nisha Vara, directora de derechos de la mujer de HRW.

La regulación para reclutar a las candidatas incluye reconocimientos ginecológicos, pero no recoge específicamente la prueba de virginidad, según HRW, aunque "suspenderla" no implica la expulsión del proceso.

"Entrar en la sala de la prueba de virginidad fue terrible. Tenía miedo de dejar de ser virgen después de realizar la prueba, dolió mucho, una de mis amigas incluso se desmayó", relató una policía indonesia en el documento.

La organización avisa de que estas prácticas han sido reconocidas como una violación de los derechos humanos por tratados internacionales que Indonesia ha ratificado.

La Policía Nacional de Indonesia planea aumentar el número de mujeres policías a 21.000 en diciembre, por lo que pasarían a representar del 3 por ciento al 5 por ciento del total de los policías.

Los test de virginidad se llevan a cabo en otros países como Egipto, la India y Afganistán, según HRW.