La pequeña localidad leonesa de Folgoso de la Ribera, en la comarca del Bierzo, llora desde esta tarde la muerte del médico y religioso Manuel García Viejo, víctima del virus del ébola y a quien el alcalde, José Antonio García, ha definido como un hombre "bueno" y "comprometido".

Desde que a media tarde se conociese su muerte, numerosos vecinos se han congregado en los alrededores de la casa de Emilio García Viejo, uno de los dos hermanos del religioso que residen en la localidad.

Hasta ella han llegado otros familiares visiblemente abatidos y han declinado hacer declaraciones a los periodistas que se encontraban en el lugar.

El alcalde ha transmitido su pésame a la familia y ha anunciado que esta misma tarde se reunirá la corporación para decretar algún tipo de medida de luto.

En declaraciones a Efe, el regidor ha recordado que vio muchas veces a Manuel García Viejo, de 69 años, pasear por las calles de la localidad y ha destacado que siempre tenía palabras de consuelo para aquellas personas que sufren y que igualmente siempre hacía un hueco para visitar a sus vecinos.

Los dos hermanos del misionero que residen en el pueblo no viajaron a Madrid ya que son personas mayores con algunos problemas de salud.

Emilio García Viejo, de 81 años, el mayor de la saga, declaró el pasado sábado tras conocer la noticia que su hermano Manuel "amaba África y decidió pasar allí su vida".

Recordaba además que el religioso cumple años el 10 de octubre y entonces se mostró esperanzado en que pudiera celebrar su septuagésimo aniversario.

Manuel García Viejo solía viajar cada año en agosto a su pueblo, de algo más de 400 habitantes, y se quedaba en casa de su hermano Emilio, aunque este año su trabajo como director médico del Hospital San Juan de Dios en la ciudad de Lunsar (Sierra Leona) se lo impidió.

Son muchos los vecinos que esta tarde se han acercado a las casas de los dos hermanos del fallecido que residen en Folgoso, aunque la mayoría no han podido hablar con ellos.

Un amigo de la infancia destacaba su "humanidad y generosidad" y ha subrayado que ha pasado su vida dedicado a los demás en cuerpo y alma.

"Aunque sabíamos que lo tenía era muy malo, esperábamos que se produjera el milagro y se recuperase como cuando padeció la malaria", ha apuntado.

"Siento mucha tristeza pero también un enorme orgullo por haber sido amigo de una persona así. Además sé que jamás hubiera dejado África por muchos riesgos a los que estuviese expuesto", ha zanjado.

Manuel García Viejo, que ha fallecido en el Hospital Carlos III de Madrid tras contraer el ébola en Sierra Leona, es el segundo español víctima de este virus tras el fallecimiento del hermano Miguel Pajares el pasado 12 de agosto.

Miembro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD), al igual que Pajares, su muerte se produce casi cuatro días después de ser repatriado a España.

Fuentes hospitalarias han informado de que el fallecimiento se ha producido a las 17:55 horas.

A su llegada a España, en la madrugada del pasado lunes, Manuel García Viejo presentaba un cuadro grave por deshidratación y una afectación hepatorrenal importante.

Los sanitarios que le atendieron no le han podido administrar el suero experimental ZMapp al estar agotadas las existencias.

Además de cirujano, era médico especialista en medicina interna y diplomado en medicina tropical, y pertenecía a la OHSJD desde hace 52 años.

En los últimos treinta años trabajó en el continente africano (en Ghana, Camerún y Sierra Leona) y, de ellos, los últimos doce fue director médico del Hospital San Juan de Dios en Lunsar.