La pobreza energética ha aumentado en tres años en Cataluña de un 40 % a un 61,8 y no incide sólo en la calidad de vida, sino también en la salud de las personas vulnerables y en los que padecen enfermedades respiratorias y reuma, según un estudio de Cruz Roja.

El presidente de Cruz Roja en Cataluña, Josep Marquès, ha presentado hoy en rueda de prensa en Barcelona el séptimo estudio del Observatorio de Vulnerabilidad de esta entidad, en la que ha solicitado a las administraciones "que se revisen" los colectivos que actualmente no están exentos de la cofinanciación sanitaria.

Marquès ha indicado que hay personas con pensiones muy pequeñas o que cobran prestaciones por desempleo bajas que no están contempladas como exentas y que su organización ha detectado que no pueden afrontar los tratamientos y la medicación prescrita.

Así, según la encuesta, el 64,6 % tiene alguna dificultad o no puede pagar la medicación prescrita por el médico, el 81,4 % que necesitan ir al dentista no lo pueden hacer y lo mismo ha pasado con el 73 % que requieren revisarse la vista o cambiar sus gafas.

El 76 % de las 1.026 personas encuestadas vía telefónica, todas ellas usuarias de proyectos de esta entidad solidaria contra la pobreza, ven afectada su salud a causa de la crisis.

Otro dato relevante de la encuesta, y más teniendo en cuenta la proximidad del invierno, es que la proporción de personas en situación vulnerable con dificultades para mantener su hogar a una temperatura adecuada ha aumentado un 20 % en los últimos tres años, hasta llegar al 61,8 %.

Para hacer frente a este tipo de pobreza, que afecta también a la salud, Marquès ha informado de que se ha llegado a un acuerdo con Aigües de Barcelona, según el cual esta empresa descuenta los importes que corresponden a consumo de agua de las personas vulnerables mientras las cantidades del recibo que son impuestos las asume Cruz Roja.

Por el momento, no se ha alcanzado un pacto similar con Endesa y Gas Natural, aunque el presidente de Cruz Roja en Cataluña ha indicado que se han comenzado las negociaciones con estas dos grandes compañías y que su organización "perseverará" para conseguir acuerdos que favorezcan a las personas con más necesidades.

Otras pequeñas empresas eléctricas, como las ubicadas en localidades como Ripoll (Girona) y Granollers (Barcelona) sí colaboran desde hace tiempo con Cruz Roja, manteniendo el servicio a las personas que no pueden pagarlo de forma temporal.

En cuanto a los diferentes aspectos relacionados con la salud y analizados en la encuesta, el 91 % de las personas consultadas aseguran que han cambiado los hábitos alimentarios a causa de la crisis y el 19,2 % hace menos de tres comidas diarias por motivos económicos.

La incidencia de enfermedades y dolencias, tanto físicas como emocionales, también se ha elevado entre las personas encuestadas y, en el último año, la proporción de las que padecen dolencias físicas ha pasado del 32 al 39 %, y cerca del 21 % ha aumentado el consumo de medicación por este motivo desde 2012.

La salud emocional se ve también perjudicada a causa de la falta de recursos económicos ya que un 31,3 % de los encuestados dicen llorar más que antes, un 40,4 se encuentran cansados para afrontar su día a día y el 69,2 % no duerme bien, con menos horas de sueño y problemas para conciliarlo.

Un 15,5 % de las personas entrevistadas ha asegurado que, a veces, piensa que no vale la pena vivir y un 3,7 % lo afirma, una situación que ha llevado a los responsables de Cruz Roja a hacer una intervención directa y un seguimiento de estas personas.

Por su parte, el coordinador de esta organización solidaria, Enric Morist, ha avanzado hoy que, por fortuna, el número de socios se ha incrementado desde los 170.000 de hace tres años a los actuales 201.000, lo que permitirá incrementar el presupuesto de Cruz Roja en Cataluña de cara al próximo año en un porcentaje cercano al 10 % para atender todas estas necesidades.