Como los "topos" de la guerra fría, las amenazas persistentes avanzadas (APT) constituyen uno de los riesgos tecnológicos potencialmente más dañinos frente a los que se está desarrollando una herramienta tecnológica 100% española a partir de la colaboración público-privada.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) alcanzó un acuerdo con una empresa privada española para el desarrollo del software CARMEN (Centro de Análisis de Registros y Minería de Eventos).

Se trata de una herramienta que permite vigilar las redes y sistemas objetivo para identificar códigos dañinos que serían indetectables por otras herramientas tradicionales de seguridad.

Solo en 2013, el Centro Criptológico Nacional (CCN), organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), gestionó 7.263 ciberincidentes (un 82 % más que en el ejercicio anterior), y notificó más de 11.370 vulnerabilidades, según se recoge en su memoria anual; casi 4.900 de esos incidentes fueron catalogados con un nivel de riesgo alto, muy alto o crítico.

La empresa española de seguridad S2 Grupo alcanzó un acuerdo con el Centro Criptológico Nacional para trabajar en la detección de las amenazas más sofisticadas.