Una nueva secuencia del genoma de la planta del café revela secretos sobre la evolución de la mejor amiga química del hombre: la cafeína. Científicos que completaron el proyecto dicen que las secuencias y posiciones de los genes en la planta del café muestran que evolucionaron independientemente de los genes con funciones similares en el té y el chocolate, que también producen cafeína, es decir, que el café no heredó los genes ligados a esta sustancia de un ancestro común, sino que desarrolló los genes por sí solo.

Con más de 2.250 millones de tazas que se consumen diariamente en todo el mundo, el café es el principal producto agrícola de muchos países tropicales. Según estimaciones de la Organización Internacional del Café, en 2013 se produjeron más de 8,7 millones de toneladas de café; los ingresos procedentes de las exportaciones ascendieron a 15.400 millones de dólares (11.713 millones de euros) en el periodo 2009-2010 y el sector empleó a cerca de 26 millones de personas en 52 países durante el año 2010.

"Una secuencia del genoma podría ser un paso importante hacia la mejora del café", subraya Philippe Lashermes, investigador en el Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo. "Mirando el genoma del café y los genes específicos para el café, pudimos sacar algunas conclusiones sobre lo que hace especial al café", añadió.

Los 8,7 millones de toneladas de café producidas en 2013 dieron empleo a 26 millones de personas

Lashermes, junto con Patrick Wincker y Francia Denoeud, científicos del genoma en el Centro Nacional Francés de Secuenciación (CEA-Genoscope), y Víctor Albert, profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de Buffalo, EEUU, son los autores principales de este trabajo, cuyas conclusiones se publicarán en la edición de este viernes de la revista "Science".