Entre 30 y 50 kilómetros cúbicos de material volcánico se derrumbó o deslizó para formar los valles de La Orotava y Güímar en Tenerife, según una investigación realizada por científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

Según informa en un comunicado el Cabildo de Tenerife, del que depende el Involcan, como resultado de este estudio, que ha sido publicado en la revista científica internacional "Journal of Volcanology & Geothermal Research". se han realizado modelos geológicos y geomecánicos que explican la formación de los citados valles.

Los científicos han investigado por primera vez las caracterizaciones geológicas y geomecánicas de la sucesión de macizos rocosos volcánicos afectados por los mega-deslizamientos de tierra que originaron lo que hoy son los valles de Güímar y La Orotava.

Los trabajos de investigación geológica realizados en superficie así como en el subsuelo a través de las galerías existentes y de un nuevo sondeo de investigación permitieron identificar los principales tipos de materiales y su disposición estructural.

Con esta información se elaboró un modelo geológico del edificio volcánico pre-deslizamiento que proporcionó una reconstrucción paleo-morfológica, añade.

La caracterización geomecánica de los materiales que conformaron el edificio antes del deslizamiento se obtuvo a partir datos de campo, sondeos y pruebas de laboratorio, así como a través de la revisión de artículos científicos relacionados con este asunto.

Los modelos geológicos y geomecánicos obtenidos constituyeron la base fundamental para explicar los procesos de inestabilidad que generaron los mega-deslizamientos que conformaron los valles de Güímar y La Orotava.

Los modelos propuestos han sido elaborados con la aplicación de modelizaciones geomecánicas para evaluar la influencia de los diferentes factores implicados en los procesos de inestabilidad y comprender las causas y los mecanismos que originaron los deslizamientos que generaron ambos valles, de la misma manera que se ha hecho en otros volcanes en todo el mundo, según se indica en el comunicado.

La influencia de factores desencadenantes para que se generen este tipo de mega-deslizamientos, tales como erupciones o terremotos, fueron evaluados aplicando los modelos propuestos y teniendo en cuenta los diferentes escenarios en el análisis de estabilidad.

En este caso, como en los mega-deslizamientos ocurridos en Hawaii, parece ser que las hialoclastitas (material de origen volcánico rico en vidrio que se forma en erupciones bajo agua) son un factor clave para favorecer procesos de inestabilidad debido a sus características y las propiedades de baja resistencia.

Los autores de la publicación científica deducen que un mecanismo de ruptura caracterizado por la ocurrencia de deslizamientos sucesivos, que pudieron haber comenzado en el flanco submarino del edificio volcánico condicionado por la presencia de la débil y poco consolidada hialoclastita, podrían tenido un papel importante en la generación de los valles de Güímar y La Orotava.

Muchos de los volcanes del mundo han sufrido grandes deslizamientos gravitacionales que afectan a parte del edificio volcánico durante su historia geológica.

Este proceso de inestabilidad está relacionado con el rápido crecimiento de los edificios volcánicos, especialmente en islas, y forman parte de su evolución natural.