La falta de precipitaciones ha dejado sin agua a los escasos reductos de vegetación que existen en medio del paisaje semidesértico de Fuerteventura, los humedales, lo que está reduciendo la presencia de aves migratorias y puede poner en riesgo la próxima nidificación.

Fuerteventura cuenta con cinco grandes humedales, los cuales son desde hace unos años, parada obligatoria para ornitólogos llegados de toda Europa y una alternativa más al turismo de sol y playa.

Sin embargo, los humedales de Fuerteventura no pasan por su mejor momento.

A la suelta de especies invasoras y al acopio de agua con fines agrícolas se une un invierno de los más secos que se han registrado en los últimos años.

En este sentido, el ornitólogo y colaborador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), Marcelo Cabrera, reconoce que ha sido un año duro para la reproducción de determinadas aves acuáticas.