Los deportes que requieren una actividad altamente dinámica y bajo o moderado componente estático, como por ejemplo la carrera de larga distancia, la natación, el tenis o el fútbol, son los más beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares

Sin embargo, el ciclismo, el triatlón o el remo son actividades que exigen un alto componente tanto estático como dinámico y, por tanto, son las que pueden entrañar más riesgo si se padece una patología del corazón.

Aunque todos los deportes practicados con moderación son beneficiosos, la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda a aquellas personas que sufren problemas cardiovasculares que realicen actividad física bajo la prescripción de su médico.

La FEC señala que los deportes aeróbicos ayudan a fortalecer el corazón, reducir la presión arterial y prevenir las enfermedades cardiovasculares.

No obstante, advierte de que es importante tener conciencia de la intensidad y el volumen de actividad que se realiza en un deporte, puesto que puede tener efectos beneficiosos para el corazón o, contrariamente, suponer un riesgo cardiovascular.

Según la clasificación de Mitchell, publicada en "Journal of the American College of Cardiology", los deportes se clasifican en función de la cantidad de oxígeno consumido (componente dinámico) y del porcentaje de fuerza máxima utilizada en su realización (componente estático).

Componente dinámico

La doctora Araceli Boraita, cardióloga del Centro de Medicina del Deporte, ha explicado que los que tienen mayor riesgo cardiovascular son aquellos que tienen un alto componente dinámico y un alto componente estático.

Eso quiere decir que durante el entrenamiento y, sobre todo, durante la competición, se utiliza más del 70% del consumo máximo de oxígeno del individuo. En cuanto a la fuerza, el componente estático, se requiere más del 50% de una contracción voluntaria máxima.

Ejemplos de este tipo de deporte que requieren un alto esfuerzo son el triatlón, el patinaje de velocidad, el ciclismo, el remo o el boxeo.

Por otro lado, el golf, el billar, los bolos o el tiro olímpico suponen un menor riesgo cardiovascular, puesto que tienen un bajo componente tanto dinámico como estático y, por lo tanto, dependen más de la técnica empleada que del esfuerzo físico.

Boraita ha comentado que "si uno está sano, se prepara y hace un preacondicionamiento", los deportes que mejor favorecen la salud cardiovascular son los que tienen un alto componente dinámico y un bajo componente estático.

"No es lo mismo un profesional que un aficionado, pero la carrera a larga distancia, el tenis o el fútbol serían claros ejemplos", ha proseguido.

La Federación Española del Corazón también destaca que hay que ser conscientes de las posibilidades que tiene cada corazón, sobre todo en aquellas personas que no están preparadas o habituadas a realizar ejercicio.

"Cuando se hace un deporte muy intenso se altera la coagulación, perdiéndose el efecto fibrinolítico del ejercicio moderado, además las plaquetas se agregan más existiendo un efecto trombótico y microtrombótico", ha apostillado.

Así, ha alertado Baraita, se pueden producir microtrombos, no solo a nivel cerebral sino también a nivel miocárdico, generando accidentes cerebrovasculares e isquémicos agudos que pueden derivar en una arritmia ventricular y, como consecuencia, producirse una muerte súbita.

el dato