Los animales de compañía se están convirtiendo en víctimas colaterales de la crisis, como refleja el aumento de los abandonos por parte de propietarios que no pueden seguir manteniendo a sus mascotas y que están abarrotando las protectoras, asfixiadas a su vez por la caída de ayudas públicas y privadas.

La combinación de estos factores, a los que se suma la reducción de las adopciones y del número de socios y voluntarios, está resultando "diabólica", explica María Azcargorta, directora de la Fundación Affinity, entidad privada que lleva más de 40 años luchando contra el abandono.

A falta de cifras oficiales -el estudio de la Fundación Affinity es bienal y el próximo estará disponible en 2013-, las protectoras y asociaciones aseguran que el abandono se ha disparado y, en algunos casos, ha aumentado un 25 %, como en El Refugio de Sevilla.

Según el estudio de la Fundación -cuya actividad se financia con el patrocinio de una marca de comida para mascotas-, en 2010 fueron abandonados en España 109.074 perros y 35.983 gatos, cifras que en el próximo censo crecerán considerablemente por la crisis, que para muchas familias hace insostenible mantener a sus animales.

Algunos casos son tristes: jóvenes que han de volver a casa de los padres o alquilar habitaciones en pisos compartidos por falta de recursos y no pueden llevarse con ellos a sus animales, ciudadanos extranjeros que pierden el trabajo y han de regresar a su país o familias desahuciadas de sus casas y que han de decir adiós a sus perros y gatos.

La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales de Mataró, Silvia Serra, señala que la entidad, que atiende a 25 municipios barceloneses -que pagan por este servicio-, recibe cada día unas diez solicitudes de personas que no pueden hacerse cargo de los animales o que piden ayuda para los gastos veterinarios.

Serra sostiene que su entidad se encuentra en una situación "desesperada", casi de quiebra, con deudas con Hacienda y la Seguridad Social, a la espera de que la Generalitat les abone aún la subvención de 50.000 euros comprometida en 2010.

Desde la Asociación Nacional de Amigos de los Animales indican que llevan cuatro años viviendo una situación "dramática", por el descenso progresivo de socios desde finales de 2011.