El Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) ha desarrollado un método matemático que revela las rutas de transporte de partículas entre el aire del interior y del exterior del vórtice polar ártico -vientos antárticos que hacen posible la destrucción del ozono- y la forma en que ese intercambio ayuda a reducir o engrosar el agujero de ozono.

El resultado fue presentado en el congreso sobre aplicaciones matemáticas para el estudio de las corrientes oceánicas y atmosféricas que se celebra esta semana en el Icmat, y en el que participan 50 expertos internacionales en física, matemáticas, oceanografía y ciencias de la atmósfera con el apoyo de la Oficina de Investigación Naval del Departamento de la Marina estadounidense.

Según explican los investigadores, los clorofluorocarburos o compuestos CFC no son los únicos responsables de que cada año la capa de ozono antártica adelgace, formando el agujero de ozono, sino que también contribuye la presencia del vórtice polar antártico, que rodea el continente y aísla casi por completo la masa de aire interior (pobre en ozono) de la exterior (rica en ozono). Esto permite que se alcancen las bajas temperaturas necesarias para que se produzcan una serie de reacciones químicas que desembocan en la destrucción masiva del ozono.

El nuevo método matemático permite conocer mejor la estructura dinámica de este "gigantesco torbellino" ayudando a entender los procesos de intercambio de aire dentro y fuera del vórtice polar antártico.

También aclara los mecanismos de transporte de masas de aire durante el proceso de debilitamiento del vórtice cada primavera austral, que influyen en la recuperación de los valores de ozono.

"Las técnicas matemáticas utilizadas hasta ahora no eran capaces de detectar con precisión este intercambio de partículas que se da entre el interior y el exterior del vórtice polar", dijo una de las investigadoras.