El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, aseguró ayer que la nueva Unidad de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía, que empezará a funcionar en pocas semanas, será fundamental para luchar contra la ciberdelincuencia, una amenaza muy grave para los ciudadanos y la seguridad del Estado.

Cosidó inauguró en Carrión de los Condes (Palencia) el I Curso Internacional de Ciberdelincuencia, en el que miembros del Cuerpo Nacional de Policía, expertos de Alemania, EEUU, Francia, Israel y Reino Unido y empresas líderes en el sector debaten sobre las estrategias de seguridad y las amenazas emergentes en la red.

En esta jornada se destacó la importancia que tiene la cooperación internacional y la innovación tecnológica para luchar contra la ciberdelincuencia, "una amenaza muy grave para los ciudadanos y una amenaza estratégica para la seguridad del Estado", advirtió Cosidó, quien adelantó que se quiere potenciar al máximo la Unidad de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía, que empezará a funcionar en pocas semanas.

Esta unidad se coordinará con el Centro de Seguridad Cibernética, que está poniendo en marcha Europol "con el apoyo decidido de España", que opina que "la cooperación internacional es fundamental".

El director adjunto operativo de Europol, Michael Quillé, reconoció el importante esfuerzo que realiza España para luchar contra los delitos en la red y la importancia que tiene el intercambio de experiencias, de agentes y de planes para resolver los crímenes que atentan contra la ciberseguridad.

Un esfuerzo imprescindible, según Cosidó, si se tiene en cuenta que "la ciberdelincuencia está considerada por la Unión Europea como una prioridad máxima en las políticas de seguridad".

Esto es así no solo por la gravedad que tiene este tipo de delincuencia para los ciudadanos, ya que en 2011 más de 400 millones de personas fueron víctimas de alguna actividad delictiva cuando operaban en la red, y por el coste, más de 300.000 millones de dólares, sino por el crecimiento de este tipo de delincuencia, casi un 70% en 2011.

"Estamos hablando de una amenaza muy grave y de presente, no de futuro, que supone una amenaza para la seguridad ciudadana y además a través del ciberterrorismo es una amenaza estratégica para la seguridad del Estado, a la que hay que dar una respuesta", apuntó el responsable de Europol.