Las praderas submarinas, que ocupan el 0,2% de la superficie oceánica de la Tierra y que son uno de los ecosistemas más amenazados del planeta, entierran más del 10% del carbono que los mares absorben cada año, según un equipo internacional de científicos que ha descubierto que las praderas submarinas pueden almacenar el doble de carbono que los bosques templados y tropicales del planeta.

El trabajo, en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha sido publicado en el último número de la revista Nature Geoscience y confirma el "relevante papel" que estos ecosistemas cumplen en la mitigación de los efectos del cambio climático.

Se trata del primer análisis global del almacenamiento de carbono en estas praderas, después de compaginar 3.640 estimaciones de carbono almacenado en el suelo y la biomasa de 946 praderas submarinas de todo el planeta.

El trabajo demuestra que las plantas que rodean las costas pueden enterrar hasta 830 toneladas de carbono por hectárea en el suelo que tienen debajo. Mientras, un bosque tropical puede almacenar una media de 300 toneladas por hectárea.

Los científicos calculan que más de una cuarta parte de la extensión de las praderas de posidonia ha sido destruida, principalmente por la eutrofización de la costa y los dragados del fondo, que están provocando que la tasa de pérdida global se acelere. De hecho, en la actualidad son uno de los ecosistemas más amenazados del planeta.

"Las praderas pueden acumular depósitos de carbono orgánico en sus suelos de más de un metro de espesor. En algunas como las de la especie posidonia oceánica en el Mediterráneo, el espesor de estos depósitos puede ser de hasta más de cuatro metros", ha destacado el investigador del CSIC Óscar Serrano.