El ministro luso de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, negó hoy las acusaciones de presionar a periodistas, cuya veracidad investiga un organismo oficial en medio de una gran controversia en Portugal.

En su primera declaración pública sobre el asunto, Relvas reconoció haber hablado por teléfono la semana pasada con una editora del diario luso "Público" para protestar por el proceder de la periodista Maria José Oliveira, aunque negó haber formulado amenazas o cualquier tipo de coacción.

Pero la dirección del diario reiteró hoy que el ministro amenazó con advertir a los miembros del Gobierno para que no hablaran más con el periódico, acudir a los tribunales e incluso divulgar por Internet datos de la periodista en cuestión, si se publicaba una noticia relacionada con un ex jefe de los servicios de inteligencia.

La periodista involucrada en el incidente investigaba un caso de supuestas informaciones reservadas facilitadas a la empresa Ongoing por el ex alto cargo de los servicios secretos, un asunto que lleva la Fiscalía lusa desde hace cerca de un año.

"Público" aseguró que el funcionario en cuestión, Jorge Silva Carvalho, exdirector del Servicio de Informaciones Estratégicas de la Defensa (SIED) y ahora empleado de Ongoing (dueña de varios medios de comunicación), mantuvo contactos con Relvas y llegó a hacerle una propuesta para reformar los servicios secretos lusos.

La Fiscalía también acusa a Silva Carvalho de haber ordenado, como jefe del SIED, intervenir el móvil del periodista Nuno Simas para saber quién era la fuente de una noticia de "Público", de 2010, sobre el malestar existente en ese organismo a raíz de unos cambios internos.

Relvas rechazó las acusaciones de ejercer presiones sobre periodistas durante una comparecencia hoy ante la Entidad Reguladora de los Medios de Comunicación (ERC en sus siglas en portugués), un organismo público que supervisa el funcionamiento del sector.

"Nunca tuve una actitud agresiva con los periodistas en mis veinte años de vida pública. No hubo presiones ni acusaciones de tipo personal, eso no sería tolerable", subrayó Relvas en su declaración.

El ministro, miembro del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha), precisó que en una conversación con la dirección de "Público", posterior a la mantenida con la editora, que había admitido que podía pedir disculpas por el tono utilizado en la conversación pero no por su contenido.

Relvas aseguró que fue él quien se sintió presionado por la periodista al ser cuestionado, a través del correo electrónico, sobre la fecha en la que conoció a Silva Carvalho, si en 2007, como "Público" aseguraba, o en 2010, como él defiende.

Oliveira le advirtió de que sólo disponía de media hora para contestar antes de que la información fuese publicada en la edición digital del diario, lo que en opinión del ministro era inaceptable y motivó su queja ante los responsables del periódico.

La polémica sobre el caso, que ha hecho correr ya mucha tinta en Portugal, ha quedado pendiente de que el ERC se pronuncie en una fecha todavía no fijada.