Nuevos experimentos demuestran que las apneas del sueño, que siempre se han asociado con problemas cardiovasculares o neurocognitivos, también conllevan un mayor riesgo de aparición de tumores malignos y aumentan la mortalidad por cáncer. Los resultados de los experimentos, liderados por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, de la Universidad de Barcelona (UB), de la sociedad española de neumología SEPAR y de la Universidad de Wisconsin, se presentaron ayer en el congreso de la Sociedad Torácica Respiratoria Americana (ATS) que se celebra en San Francisco (EEUU).

La apnea del sueño es una enfermedad que afecta al 5% de la población, tanto infantil como adulta, pero que en muchos casos no está bien diagnosticada, ya que, según los expertos, sólo el 30% de los casos se tratan. Este trastorno se caracteriza por obstrucciones repetidas de la vía aérea mientras se duerme que, en los casos más graves, pueden llegar a una frecuencia de 80 veces a la hora.

Los cierres reiterados de la vía aérea causan episodios de falta de oxígeno en la sangre, lo que se conoce como hipoxia intermitente y que se había demostrado que provoca somnolencia, trastornos metabólicos, neurocognitivos y cardiovasculares, pero, hasta el momento, no se había asociado con el cáncer.

Para comprobar resultados de estudios previos que demostraban en animales que las apneas aceleraban el crecimiento tumoral, los investigadores examinaron los datos de mortalidad durante 22 años de la cohorte del sueño de Wisconsin con una muestra de 1.522 personas.

Los resultados de estos análisis, que forman parte de uno de los estudios presentados ayer en el congreso de la ATS, revelan que, entre los sujetos estudiados, el riesgo de mortalidad por cáncer se duplicaba en los que tenían apnea del sueño moderado y se multiplicaba por casi cinco en los que el trastorno respiratorio era grave.

"Estos datos no nos dicen que el tratamiento de las apneas vayan a mejorar el pronóstico o la evolución de un modo muy positivo de los cánceres, pero sí determina los riesgos", destacó el doctor Josep María Montserrat, del servicio de neumología del Hospital Clínic.

Montserrat subrayó que estos resultados suponen un primer paso para poder encontrar financiación para estudiar si el tratamiento de las apneas del sueño puede influir en la evolución de los pacientes con cáncer.