La especialización y la competitividad son los dos aspectos más importantes, junto con la excelencia internacional para impulsar la universidad española, según la recomendación del estudio "Universidad, universitarios y productividad en España".

La investigación dirigida por Francisco Pérez, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación BBVA, muestra las luces y sombras de la universidad española y ofrece una valoración en su conjunto del sistema universitario español.

Propone un decálogo de actuaciones que incluyen redefinir los procesos de financiación para que aporten incentivos al funcionamiento eficiente y orientado a objetivos, así como incentivos al empleo estable de los jóvenes universitarios mediante la colaboración pública-privada y a la investigación aplicada y la transferencia de tecnología.

El director del Ivie señaló que no sobran alumnos ni titulados universitarios y que España tiene una tasa de entrada de alumnos en la universidad del 46,1%, mientras en muchos países llegan al 60%, según datos de la OCDE de 2009.

La educación superior se encarece con la permanencia de ofertas de estudio con escasa demanda, el bajo rendimiento académico de parte del los alumnos y el pago del tiempo de investigación a todos los profesores, cuando menos de la mitad obtienen resultados acreditados, añadió.