El número de teléfono único de la Unión Europea (UE) para alertar sobre niños desaparecidos --el 116000-- ha detectado un total de 206 casos en España entre el 10 de septiembre de 2010 y el 31 de diciembre de 2011, de entre las cerca de 4.000 llamadas recibidas, según ha adelantado la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), encargada de gestionar este servicio.

En declaraciones a Europa Press, el director del teléfono de atención al menor de la Fundación ANAR, Luis Estébaranz, ha señalado que "casi el 50 por ciento de estos expedientes", que ahora ya se encuentran "en su mayoría cerrados", tiene que ver con fugas de los menores. "Estos niños y jóvenes que se van del domicilio lo hacen en ocasiones escapando de situaciones muy difíciles, no siempre se trata de fugas adolescente por pura rebeldía", han concretado Estébaranz.

De la misma forma, desde la Fundación ANAR apuntan que en segundo lugar, por número de consultas en este teléfono, se encuentra las situaciones de secuestro parental, mientras que los secuestros por parte de desconocidos y con fines criminales se sitúan en el último puesto, por detrás de los casos de menores de edad inmigrantes no acompañados o los niños perdidos. Los datos de este informe preliminar al que ha tenido acceso Europa Press serán presentados en las próximas semanas.

A través de este teléfono gratuito y confidencial, que funciona los siete días de la semana y las 24 horas del día, se atienden tres funciones básicas: se facilita la denuncia de cualquier desaparición de un menor de edad en España, se ayuda a la Policía aportando pistas y se ofrece un apoyo a la familia, a través de un equipo de psicólogos, abogados y trabajadores sociales.

Este centro de llamadas mantiene un protocolo de actuación en colaboración con los cuerpos y fuerzas de seguridad de toda España, así como con el Ministerio de Interior, para saber cómo actuar en cada tipo de llamada. Esto les ayuda a actuar de la forma más diligente posible, puesto que "una de las funciones del teléfono es informar a los ciudadanos que pasos hay que dar ante la desaparición de un familiar o un conocido", ha recordado Estébaranz.

Por otra parte, ha señalado que se dan "situaciones tan complejas, como los secuestros parentales, con temas legales muy complejos de resolver", por lo que se mantiene también un contacto con la Fiscalía, Ministerio de Asuntos Exteriores o el Ministerio de Justicia. DEL NIÑO PINTOR DE MÁLAGA A LOS HERMANOS BRETÓN

La página web missingkids.com, que cuenta con datos de la comisaría General de Policía Judicial e Interpol España, contabiliza un total de 23 casos abiertos en España, en un listado entre los que se incluye desde los casos más actuales, como el de los hermanos Bretón --desaparecidos en Córdoba--, a otros fechados en 1987, como es el caso de David Guerrero, el niño pintor de Málaga, que desapareció sin dejar rastro alguno.

Finalmente, el portavoz de la Fundación Anar ha insistido en la "importancia" de que todo el mundo conozca este número para poder ayudar en casos como el de Jeremi Vargas. "Este numero, desgraciadamente, aun es poco conocido por la ciudadanía española, pese a ser un número que ya funciona en veinte países europeos", ha añadido Estébaranz a la vez que afirmaba que con un mayor conocimiento, el número de casos se multiplicaría, facilitando la actuación concreta sobre ellos.

"Un niño desaparecido puede haberse fugado, ser un menor de edad inmigrante no acompañado, ser objeto de un secuestro parental, puede estar perdido o ser víctima de un secuestro criminal. La desaparición de un niño es siempre una situación trágica en la que una reacción inmediata puede ser determinante para, incluso, salvar la vida del propio niño", ha concluido.