Algunos regalos de esta Navidad no llegarán hasta el verano. Es la alternativa elegida por una conocida empresa española que, coherente con su campaña corporativa de sostenibilidad, ha conjurado a la naturaleza para regalar flores y mariposas naturales.

La entrega de los coloridos lepidópteros pasa por un peculiar proceso que depende de la colaboración del destinatario del regalo: sembrar -así es- la tarjeta navideña que la compañía de Energía y Celulosa ENCE entregó a cerca de 2.000 colaboradores y amigos.

En papel certificado y de gramaje especial, con decoración en verde y vegetal, como la Navidad que promovieron, la compañía mezcló semillas de rudbeckia, cuyos brillantes tonos dorados, rojos y granates, dicen, atraen a las mariposas en verano.

Con instrucciones precisas ("Este papel contiene semillas. Espera a que pase la Navidad, entiérralo y riégalo"), la tarjeta recuerda además el compromiso de ENCE con los proyectos de Intermón Oxfam, programas de reforestación y contra la hambruna en África, entre otros.

La de este año 2011-2012 "ha sido nuestra mayor contribución a Intermón Oxfam y hemos querido contarlo", dijo a EFEverde el director de Comunicación responsable de la campaña, Manuel Sempere.

"Ha sido una forma de vincular el medio ambiente y la sostenibilidad que ya practicamos como empresa, con nuestros clientes y amigos. Nos hubiera gustado distribuir semillas de especies forestales, pero son muy grandes", explicó Sempere, satisfecho, sin embargo, con este original método de regalar flores y mariposas "sostenibles".

Las semillas se mezclan con el papel que, al ser biodegradable, se deshace entre la tierra, liberándolas, según se recomienda, de invierno a primavera, su época de siembra.

Germinan entre 2 y 3 semanas después, a una temperatura de 16 grados y no deben trasplantarse hasta que superen los siete centímetros y nunca antes de que pasen las últimas heladas de invierno.

Agradecen la exposición solar abundante o la semisombra, toleran las sequías y florecen todo el verano y hasta mediados de otoño.

El papel que ha servido de soporte a estas semillas, asegura ence, es un producto renovable, reciclable y sostenible, procedente de árboles cultivados, no de bosques vírgenes.