Un equipo internacional de arqueólogos ha encontrado cerca de Moscú cercos y trampas de pesca con más de 7.500 años de antigüedad y de una gran complejidad técnica, cuyo estudio permitirá conocer el papel de la pesca entre los europeos de hace más de 10.000 años. Según informó ayer el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyos científicos han liderado el equipo responsable de los hallazgos, éstos se han producido en la cuenca del río Dubná, cerca de Moscú, una zona donde los habitantes mantenían campamentos estables todo el año en el Mesolítico y el Neolítico.

Un equipo internacional de arqueólogos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha documentado cerca de Moscú una serie de cercos y trampas de pesca de más de 7.500 años de antigüedad.

Los aparejos que se han encontrado son de los más antiguos de Europa, y su estudio permitirá conocer claves sobre el papel de la pesca en las poblaciones europeas de inicios del Holoceno (hace 10.000 años), especialmente en aquellas zonas cuyos habitantes no practicaron la agricultura hasta casi la edad del hierro.

Hasta ahora se pensaba que los grupos mesolíticos no tenían campamentos estables, sino que eran estacionales. Según los resultados obtenidos durante las excavaciones, tanto en el Mesolítico como en el Neolítico, el grupo humano que habitó la cuenca del río Dubná, cerca de Moscú, realizaba actividades productivas a lo largo de todo el año.