La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que España podría sacar mayor partido al presupuesto destinado a la cooperación si redujera el número de países en los que interviene y mejorara su coordinación con la sociedad civil y las ONG.

En un estudio, difundido ayer, sobre las políticas y programas de cooperación llevados a cabo por España, la OCDE destaca que, aunque en los últimos años se ha reducido de 56 a 50 el número de países a los que ayuda, los fondos se distribuyen todavía entre demasiadas naciones.

"Podría garantizar un mayor impacto ayudando a menos países y centrándose en su gente más pobre", concluye el informe, en el que se subraya que España es el séptimo mayor donante a nivel mundial en términos de volumen.

Pese a los elogios dirigidos al país, del que se dice que ha mejorado la calidad de sus ayudas y prácticamente las ha duplicado desde 2003, la organización ofrece consejos para incrementar su eficacia.

Casi el 20 % de la ayuda se distribuye desde los gobiernos regionales hacia colaboradores locales en países en desarrollo, una práctica que "contribuye al desarrollo a nivel local" pero de la que se pide que se informe a las autoridades nacionales.

El organismo considera además que España debería "desatar" más su ayuda, pues el 23% está vinculada y condicionada a sus propios intereses, frente a la media del 6% de los mayores donantes.

El informe alaba que en España, pese a que la crisis económica forzara al país el año pasado a reducir su gasto público, la cooperación al desarrollo pasara del 0,23% en 2003 al 0,46% del PIB en 2009, antes de reducirse tres décimas el año pasado.