La comodidad de no tener que desplazarse y enfrentarse a las colas están incentivando que cada vez haya más consumidores españoles que se decanten por las compras a través de internet, sobre todo en un momento de crisis que les lleva además a intentar encontrar chollos o los mejores precios posibles.

La profesora de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Inma Rodríguez, remarca que tanto para las fechas de navidad como para el resto del año, el principal beneficio que persigue el consumidor electrónico es el precio, informan desde esta institución. Otro motivo que lleva a comprar un producto o un servicio por internet es el menor tiempo que implica al evitarse los desplazamientos hasta los establecimientos físicos y los horarios. No obstante, añade la experta, no se puede perder de vista otros beneficios buscados por los consumidores, como las denominadas "experiencias de consumo" en línea.

"La seguridad es uno de los principales frenos del comercio electrónico, teniendo en cuenta que mucha gente todavía es reticente a dar sus datos personales y financieros en la red", señala por su parte Gisela Ammetller, profesora de Estudios de Economía y Empresa del mismo centro.

Esta experta afirma que la sensación de inseguridad que caracteriza las transacciones comerciales se está ya reduciendo y aumenta la difusión de internet: "el usuario se familiariza más con el medio y las empresas incorporan información sobre las políticas de seguridad y confidencialidad y también mecanismos que garantizan estas políticas desde una vertiente técnica".

En cuanto al perfil, la profesora Ammetller apunta que el consumidor electrónico cada vez se parece más al del internauta en general. Así, aunque a pesar de que los hombres tienden a comprar más por internet, cada vez hay más mujeres que también lo hacen, según los datos que maneja la UOC. La franja de edad se sitúa entre 25 y 45 años, aunque se ha detectado que "recientemente ha aumentado el número de personas de más de 55 años que también utilizan la red con finalidades comerciales".

Se trata de un consumidor con un nivel educativo alto, de clase social media o medio-alta y que habitualmente vive en un gran núcleo urbano.

No obstante, aumenta el número de personas de diferentes niveles educativos, clases sociales y residentes en ciudades pequeñas que también adquieren productos por internet, añade Ammetller.