Un equipo internacional de investigadores, con participación española, ha recreado en un laboratorio las condiciones ambientales del espacio y su falta de gravedad, un instrumento que permite comprobar cómo los seres vivos se adaptan a condiciones, en principio, no aptas para su existencia.

El estudio, realizado con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es un avance en la investigación de sistemas de soporte vital en condiciones ambientales extrañas, como las que se dan en las misiones espaciales o las que podrían producirse como resultado del cambio climático global al que se enfrentarán todos los seres vivos de la tierra.

El trabajo, publicado en la revista Interface, de la Royal Society británica, confirma que la alteración en el comportamiento de los seres vivos en el espacio se debe al efecto de la microgravedad y no a otros factores del ambiente espacial.

El experimento consistió en recrear el ambiente espacial, con ayuda de un simulador magnético, y estudiar el comportamiento de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) en condiciones de microgravedad. "El comportamiento de las moscas resultó ser idéntico al observado en el espacio durante la misión Cervantes a la Estación Espacial Internacional, o las del transbordador espacial Columbia", explica el investigador del CSIC Raúl Herranz, del Centro de Investigaciones Biológicas.

Tanto en los experimentos realizados en el espacio como en este trabajo, las moscas mostraron un comportamiento acelerado, con movimientos más rápidos de lo habitual.

"Esto podría estar relacionado con el envejecimiento prematuro, observado en estudios previos, que sufren las moscas que han vivido en el espacio", añade Herranz.

Este estudio confirma que los seres vivos que se desarrollan en el espacio presentan alteraciones en algunas de las funciones biológicas fundamentales, como el crecimiento, la proliferación celular, el desarrollo y el comportamiento animal.

Hasta ahora, los únicos estudios de los efectos de la falta de gravedad sobre los seres vivos se habían realizado en misiones espaciales, aunque las condiciones de trabajo limitaban los resultados y la posibilidad de comprobación.

Por ello, explica el investigador, era "esencial" encontrar métodos de simulación de las condiciones espaciales en la Tierra y reservar la Estación Espacial solo para experimentos clave.