El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dejó hoy el hospital de Sao Paulo en el que le fue aplicada una primera sesión de radioterapia, combinada con quimioterapia, para proseguir el tratamiento contra el cáncer de laringe.

El exmandatario, que había ingresado en el hospital Sirio-Libanés de la ciudad esta mañana, recibió un tratamiento combinado con quimioterapia sin necesidad de permanecer internado y por la tarde abandonó el centro, según un comunicado del mismo.

Las sesiones de radioterapia se realizarán diariamente durante un periodo que se prolongará entre seis y siete semanas y el tratamiento combinado con quimioterapia será efectuado cuando lo determine el equipo médico que trata al exjefe del Estado.

El líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) concluyó en diciembre una fase de quimioterapia que redujo en un 75 por ciento el tumor canceroso que le fue diagnosticado el pasado octubre.

El objetivo del tratamiento con radioterapia es eliminar los residuos del tumor, que inicialmente era de tres centímetros, según los médicos.

Lula tiene la intención de retornar a la vida política en marzo para apoyar a los candidatos de su partido que concurran a las elecciones municipales de octubre del próximo año.

El pasado 13 de diciembre, Lula recibió el alta médica después de pasar por la tercera y última sesión de quimioterapia.