Las instalaciones nucleares francesas necesitan inversiones "masivas" en seguridad, según la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN), que sin embargo no pidió el cierre de ninguna de las centrales.

Este es el diagnóstico publicado hoy por la ASN, que en la auditoría encargada por el Gobierno francés sobre 79 instalaciones nucleares, incluyendo los 58 reactores en actividad, estableció una serie de obligaciones para reforzar la resistencia ante eventuales accidentes, aunque no cifró el coste.

El presidente de ese organismo de supervisión, André-Claude Lacoste, destacó que "las instalaciones examinadas presentan un nivel de seguridad suficiente como para no pedir la paralización inmediata de ninguna de ellas".

"Pero al mismo tiempo, consideramos que para continuar explotándolas se necesita aumentar en el menor plazo posible los márgenes de seguridad de los que ya disponen, su robustez frente a situaciones extremas" por fenómenos naturales o por la pérdida de alimentación de agua o electricidad", añadió Lacoste en una entrevista al diario "Le Monde".