El Ministerio de Sanidad recomienda a las portadoras de prótesis mamarias de la marca francesa PIP (Poly Implants Prothéses) la conveniencia de que se sometan a un seguimiento "adecuado" del estado del implante por parte de su cirujano.

Fuentes del Ministerio han asegurado que estas prótesis están retiradas del mercado desde marzo después de que las autoridades francesas detectaran que estaban fabricadas con un gel de silicona diferente del declarado y evaluado para la obtención del certificado necesario para comercializar las prótesis en la Unión Europea, lo que ponía en duda sus garantías.

En ese momento, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ordenó el cese de la implantación de esas prótesis y recomendó a las portadoras que se sometieran a un seguimiento correcto.

El problema se reavivó ayer al publicar el diario "Liberation" una información según la cual las autoridades sanitarias francesas van a pedir a las 30.000 portadoras de implantes PIP que los retiren, tras la sospecha de que pudieran estar relacionadas con la aparición de cáncer.

A raíz de la noticia, la portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, ha anunciado que se están evaluando los riesgos ligados a esos implantes para solicitar, dependiendo de los resultados, que sus portadoras se los retiren.

En España no se ha comunicado ningún caso de cáncer relacionado con los implantes PIP, según las fuentes del Ministerio de Sanidad.

Se desconoce "con exactitud" cuántas mujeres españolas tienen implantadas esas prótesis, aunque son "muchas menos" que las 30.000 que menciona el diario francés, ya que no era una marca mayoritaria en España.