Una molécula, la MMP-10, es capaz de disolver los trombos causados por el ictus, según han conseguido demostrar investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, lo que abre nuevas perspectivas de tratamiento en los pacientes.

En una nota, la investigadora principal del estudio, Josune Orbe, explica que en el trabajo, realizado en modelos experimentales de ictus isquémico, han demostrado que la MMP-10 es "tan eficaz como el tratamiento convencional a la hora de reducir el tamaño del infarto y, además, su riesgo de sangrado es 30 veces menor".

Estos resultados "abren nuevas perspectivas terapéuticas para los pacientes con ictus", asegura la experta, de forma que las investigaciones se encaminan ahora a analizar si la combinación de MMP-10 con dosis reducidas del fármaco convencional consigue el mismo efecto, pero con menos complicaciones hemorrágicas. Asimismo, se van a iniciar estudios preclínicos que determinen la eficacia de esta nueva molécula.