La organización Ecologistas en Acción lamentó ayer el acuerdo resultado de la Cumbre del Clima celebrada en Durban (Sudáfrica), que constituye un "crimen contra la humanidad" porque permitirá que la temperatura media global supere los 4ºC, lo que es "una sentencia de muerte para millones de personas en África, los pequeños Estados insulares, muchos países de Asia y Latinoamérica".

Según Ecologistas en Acción, "las negociaciones climáticas han creado un régimen de apartheid climático porque la mayoría de los gobiernos históricamente más responsables del calentamiento global, como EEUU, Canadá, Japón, Australia, Rusia o la UE, han decidido sacrificar los derechos humanos de millones de personas".

Del mismo modo, aseguran que no es correcto que la Unión Europea "haya salvado la Cumbre de Durban y el Protocolo de Kioto" ya que "el segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto adoptado en Durban queda vacío de contenido". El portavoz de la organización ecologista, Tom Kucharz, señalan que la decisión no incluye una enmienda al Protocolo de Kioto con nuevas metas de mitigación de los gases de efecto invernadero para los países industrializados porque sólo se "toma nota" de las enmiendas que darían realmente vigor al segundo periodo.

"La falta de voluntad política y la degradación del nivel de ambición en Durban refleja también el fracaso del actual sistema económico y político para hacer frente a la crisis ambiental". En este sentido, sostienen que el documento final de la cumbre es "un fraude y una traición a la necesidad de cambiar el actual modelo de producción y consumo, ignorando el reclamo por la justicia climática de las organizaciones sociales".

Kucharz considera "inaceptable que la UE culpe a los países en desarrollo por la falta de avances" cuando, según recalca, "se ha evidenciado que los países desarrollados no quieren asumir metas de mitigación ambiciosas mientras los países en desarrollo han realizado mucho más esfuerzos de mitigación que los países industrializados".

Ecologistas en Acción también señala como "gran preocupación" la aniquilación de la referencia a los principios de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en los textos de Durban, como son las responsabilidades comunes, pero diferenciadas para mitigación, transferencia de dinero y tecnología. "No se puede igualar a los países responsables y los países víctimas de la crisis climática".

Los representantes de los 192 países que han asistido a la cumbre de Durban aprobaron ayer prorrogar los compromisos establecidos en el Protocolo de Kioto, después de dos semanas de arduas negociaciones. Con este acuerdo, una parte de los países desarrollados tendrán que rebajar sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Sin embargo, la cumbre ha decidido posponer la configuración de un nuevo tratado para el año 2015, que entraría en vigor en 2020.

Dos semanas de negociaciones han sido necesarias para que, ayer, en la sesión plenaria del segundo día adicional de conversaciones, se haya aprobado la extensión de los compromisos establecidos en el Protocolo de Kioto. Eso sí, hasta el próximo año no se definirá el periodo de tiempo en el que estará en vigor de nuevo dicho protocolo.

Los representantes de los 192 países han alcanzado un acuerdo que supone que una parte de los países desarrollados tendrán que emprender acciones para rebajar sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y, por ende, ralentizar el proceso de calentamiento global. Sin embargo, en este acuerdo no se encuentra Estados Unidos, uno de los países más contaminantes.

Uno de los principales aspectos negativos de la cumbre ha sido que no se ha cumplido con el principal objetivo que se había marcado para dicha conferencia: la configuración de un nuevo tratado. Su definición ha sido pospuesta para el año 2015 y no entraría en vigor hasta 2020. Sí se ha acordado la creación del Fondo Climático Verde para ayudar económicamente a los países más pobres en la lucha contra los estragos causados por el calentamiento climático. Tras la cumbre, la más larga de las últimas dos décadas de conversaciones en pos de la lucha contra el cambio climático, muchos de los delegados allí desplazados se han felicitado por el acuerdo.