El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó hoy que el origen de la concentración de yodo-131 detectada en Europa central está en un centro de investigación de Budapest.

El OIEA indicó desde su sede en Viena que las autoridades húngaras le han informado de que el origen de esa contaminación está en el Instituto Isótopos de la capital húngara, un laboratorio que produce yodo-131, usado en el tratamiento de problemas de tiroides, en investigación y en procesos industriales.

La propia empresa había reconocido previamente en un comunicado ser el origen de, al menos, parte del isótopo radiactivo detectado en República Checa, Hungría, Austria, Eslovaquia, Alemania y Francia.

El OIEA insistió hoy en que los niveles de yodo-131 detectados son muy bajos y en que no suponen ningún riesgo para la salud.

"Cualquier persona que respirara yodo durante un año, a los niveles medidos en los países europeos, recibiría una dosis de unos 0,01 microsieverts al año", indica el OIEA en un comunicado, en la que dice que las dosis medias de radiación normal son de 2.400 microsieverts anuales.

Según el OIEA, la fuga radiactiva se produjo entre el 8 de septiembre y el 16 de noviembre por causas desconocidas que están aún siendo investigadas.

El Instituto Isótopos reconoció hoy en un comunicado que ya en el primer semestre del año se detectó una fuga del isótopo yodo-131 a través de las chimeneas del laboratorio.

Tras revisar las instalaciones, la producción se reinició en septiembre, cuando la empresa detectó que "los niveles de emisiones no habían vuelto a los niveles usuales", por lo que suspendió de nuevo la actividad mientras se reparan los sistemas de filtro.

El OIEA informó el 11 de noviembre que había recibido de las autoridades de la República Checa información sobre "niveles muy bajos" de yodo-131 medidos en la atmósfera sobre ese país.

Desde el primer momento el OIEA indicó que los niveles de los rastros del yodo-131 no constituían ningún peligro para la salud pública y que no habían sido causados por el accidente nuclear de Fukushima Daiichi en Japón.

Según el Instituto Isótopos, el yodo-131 es producido también en otros países, como Francia, Holanda, Bulgaria y Polonia.

De hecho, en declaraciones al portal index.Hu, Mihály Lakatos, director del instituto, aseguró que la fuga registrada de Budapest "no pudo causar toda la radiación medida en Europa" aunque sí ha influido en ella.