Hacer más visible la problemática de las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y ahondar en las últimas propuestas para mejorar a unos pacientes cuya calidad de vida empeora significativamente será la meta de las XIII Jornadas de Salud del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria.

Jornadas que, programadas para el 17 y 18 de noviembre, se ha decidido dedicar a ese trastorno, que padecen quienes se obsesionan exageradamente con el orden, la limpieza o temores sinsentido, como que podrían enloquecer y matar a sus seres queridos, hasta el punto de que les impiden desarrollar sus vidas normalmente, ante su creciente importancia, según se ha expuesto hoy en su presentación.

Y es que, según ha explicado el doctor Ángel Trujillo, jefe del Servicio de Psiquiatría del Área Norte de Salud Mental de Gran Canaria, pese a que lo padece un 2 por ciento de la población mundial, éste es un trastorno que hasta no hace muchos años era desconocido, pero "en las dos últimas décadas ha cobrado una importancia enorme".

En especial, según se ha corroborado mediante un estudio específico elaborado por personal del Doctor Negrín, porque se trata de personas cuya patología les hace tener "una calidad de vida significativamente más reducida", al poder afectar a sus relaciones humanas y, en general, a todos los niveles de su existencia.

Así lo ha expuesto el psiquiatra Adrián Neyra, como uno de los autores de un estudio que, desarrollado en consonancia con la temática del congreso, ha partido del análisis de la situación de 77 pacientes diagnosticados de Trastorno Obsesivo Compulsivo para llegar a unas conclusiones que apuntan a las graves consecuencias que ese mal tiene sobre la vida de la persona.

Prueba de ello es que, de acuerdo al estudio, el TOC impide directamente desarrollar una labor profesional al 30 % de quienes lo padecen, hasta el punto de que el 28 % de los afectados percibe alguna prestación por enfermedad mental, ha explicado.

La también psiquiatra Teresa Rodríguez ha indicado, en todo caso, que en las jornadas se expondrán las más novedosas terapias que se desarrollan y aplican para mejorar su calidad de vida, de la mano de expertos como el profesor de Oxford Paul Salkovskys, psicólogo clínico, o los psiquiatras Jerónimo Sáiz y José Manuel Menchón, del madrileño hospital Ramón y Cajal y del Bellvitge, de Barcelona.

Doctores estos últimos que ha precisado que están intentando potenciar el tratamiento con neuroestimulación en la zona cerebral de los ganglios basales, relacionada, al parecer, con el desarrollo del trastorno obsesivo compulsivo.

Un trastorno que Ángel Trujillo ha dicho que perjudica aún más la calidad de vida de los pacientes si se les diagnostica tarde, cuando llevan años padeciéndolo, como suele ocurrir, debido en muchos casos al temor del afectado al ridículo o a que se niega a admitir que lo suyo es una patología.

Trujillo ha matizado, no obstante, que no debe pensar que padece un TOC quien tenga sólo uno de sus posibles síntomas, ya que, por ejemplo, un enfermo de ese tipo puede empeñarse en comprobar una y otra vez si ha apagado la cocina al salir de casa pero esta manía, de por sí, no se puede catalogar como señal de esa patología, salvo que se repita más allá de lo racional.

Tendría que darse el caso, por ejemplo, de que la persona volviera a casa a verificar que la ha apagado y, aún así, de regreso a la calle se viera obligado a dar marcha atrás una vez más al asaltarle las mismas dudas de nuevo, ha declarado.