Más de 50 millones de niños carecen de certificado de nacimiento en Indonesia por problemas burocráticos o ignorancia, un limbo legal que les impide acceder a la escuela pública, acudir a los hospitales estatales o, simplemente, tener un carné de identidad.

La pobreza, la falta de educación y los intrincados procedimientos administrativos son algunos de los motivos que los expertos atribuyen a este fenómeno que alcanza a la mayoría de los menores indonesios, según datos del Ministerio de la Mujer y la Infancia.

Unicef Indonesia calcula que la mitad de los menores de cinco años no está registrada, una realidad que eleva el riesgo de que esos seres sean explotados y multiplica las posibilidades de falsificación de identidades.

Los miles de niños que vagan por las calles de las mayores ciudades de este archipiélago asiático, en el que habitan 240 millones de personas, desconocen los peligros a los que se exponen en su vida al margen de la ley. Incluso los que gozan de una familia sobreviven indefensos a los posibles abusos o la explotación.

Mayong, un abogado de la Asociación de Ayuda Legal de Yakarta y que como muchos indonesios tiene un solo nombre, explica que la situación alegal de estos millones de niños supone un verdadero "estigma" para ellos, así como una barrera para la obtención de "sus derechos económicos y socioculturales". "Hay padres que no saben que deben registrar al hijo, otros que desconocen que existe un plazo, pero en la mayoría de los casos no obtienen su certificado de nacimiento porque el procedimiento es demasiado complicado", indica.

Prueba nacimiento

El director de la Oficina de Población de Yakarta, Purba Hutapea, agrega otro factor: "entre la información requerida para adquirir el certificado es necesario entregar una prueba de nacimiento del hospital y el certificado de matrimonio de los progenitores, documentación básica de la que muchos no disponen". La ley indonesia concede a los progenitores 60 días para inscribir en el registro al hijo tras el nacimiento.

Vencido el plazo, la solicitud de un certificado de nacimiento que no fue inscrito conlleva una multa equivalente a (81 euros), que los escuetos ingresos de estas familias no puede sufragar. El problema se complica cuando ha transcurrido más de un año desde el nacimiento, porque los padres deben recurrir a los tribunales para lograr inscribir a sus hijos.