Chad afronta una de las peores epidemias de cólera de su historia con 12.713 casos registrados hasta el momento y de ellos 364 muertes, cifra que se puede duplicar durante la temporada de lluvias entre septiembre y octubre.

Esto es lo que hoy reveló en Ginebra en una conexión telefónica desde el país africano Don Johnston, de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), quien advirtió de que la cifra de afectados puede llegar a los 25.000 si no se emprenden acciones inmediatas.

Johnston señaló que el cólera es altamente contagioso, ya afecta a 33 de los 62 distritos que conforman Chad y ha llegado por primera vez a las regiones más al este del país, por lo que uno de los mayores peligros es que se extienda por los campos de refugiados situados en la frontera con Sudán.

Según Johnston, la causa principal de este brote de cólera es la falta de sistemas de saneamiento en el país, donde amplios grupos de población no disponen de letrinas y beben agua contaminada.

"Las condiciones de higiene y saneamiento son tan precarias que este año los primeros brotes de cólera se han adelantado dos meses, ya que generalmente aparecen en septiembre, con el inicio de la temporada de lluvias", señaló.

Aunque los primeros brotes surgieron durante la estación seca, sólo en la última semana, con las primeras lluvias, se han registrado 1.368 casos nuevos y, entre ellos, se han producido 24 muertes.

La epidemia de cólera no golpea sólo Chad, ya que también hay brotes de la enfermedad en Camerún, Nigeria y Níger, aunque la situación en estos países no ha alcanzado las cotas de gravedad de las del primero.

El coordinador de operaciones de la FICR, Pablo Medina, precisó que la epidemia en Chad alcanza la magnitud de la de Zimbabue en diciembre de 2008 o la de Haití el pasado año después del terremoto.

"En ambas epidemias la comunidad internacional reaccionó antes de que se llegara a los 10.000 afectados y en Chad ya hemos superado los 12.000", agregó Medina.

Por ello, la FICR ha hecho un llamamiento a sus donantes para poder recaudar urgentemente 3 millones de francos suizos (casi 2,5 millones de euros), dinero destinado a formar voluntarios, construir letrinas, desinfectar agua, distribuir jabón y sensibilizar a la población.

El responsable de la FICR sobre el terreno informó también de que los hospitales del país no tienen suficientes medios para atender a los enfermos, por lo que la Cruz Roja está creando centros de tratamiento de urgencia.

En estos centros se suministra a los enfermos hidratación inmediata, ya que las consecuencias del cólera son fuertes diarreas y deshidratación severa.

Esta hidratación se lleva a cabo en forma de sueros en los casos más graves o de infusiones en los más leves, las cuales en muchas ocasiones se pueden preparar en casa.

"El cólera es fácilmente tratable, el problema es que hay que actuar con rapidez porque se contagia muy rápido, especialmente en condiciones de higiene como las del Chad", precisó Johnston.

Además de salvar la vida de los enfermos, el objetivo es desinfectar las clínicas para que no se conviertan en focos de la enfermedad y enseñar a la población medidas básicas para prevenir contagios, que pasan fundamentalmente por lavarse las manos varias veces al día y beber agua en buen estado.