Canarias es la comunidad autónoma con más casos de otitis externa o difusa debido al aumento de las inmersiones en agua durante el verano. La especialista en Otorrinolaringología del hospital San Juan de Dios de Tenerife, Alicia Pérez, indica que "esta patología se produce con mayor frecuencia en sitios templados y en lugares donde se acude regularmente a la playa".

Por ello, la otorrinolaringóloga recomienda la prevención como el mejor tratamiento para evitar las infecciones propias de la época estival, ya que se agravan con las altas temperaturas y la sudoración.

"La tasa de otitis externa en Canarias es aproximadamente un 60% superior a la peninsular debido al clima del Archipiélago y además los casos son más comunes en usuarios de piscina que en los que eligen el agua salada de mar para bañarse", matizó.

La especialista explicó que, de entre todas las clases de otitis, la externa o difusa es una inflamación del oído que afecta de forma generalizada a todo el conducto auditivo externo y que, en algunas ocasiones, perjudica al pabellón auricular o de la oreja. "También se conoce esta afección como oído de nadador, ya que suele darse en personas que realizan muchos baños, tanto en piscina, como en el mar", dijo.

La sintomatología se suele manifestar con un fuerte dolor de oído que a veces puede presentar picor, supuración e incluso impedir el descanso nocturno. "En ocasiones el paciente acude a consulta con una sensación de plenitud ótica, es decir, siente que tiene el oído lleno de agua", comentó.

Alicia Pérez explicó que el conducto auditivo externo está recubierto por un manto lipídico, comúnmente conocido como cera, que sirve de barrera de protección, pues ésta crea un ambiente ácido en la zona y frena así el crecimiento de las bacterias y los hongos, con lo que evita las infecciones. "Si se elimina esa defensa, ya sea por el aumento en la frecuencia de los baños o por la sudoración, el conducto auditivo externo se alcaliniza y se desprovee de esta protección", señaló. De este modo, los gérmenes patológicos se depositan en la zona, se filtran hasta la dermis y provocan la molesta infección de oído. Además, recalcó la especialista, "este tipo de dolencia puede verse agravada en personas con dermatitis seborreica, pacientes inmunodeprimidos y en diabéticos".

El hospital San Juan de Dios de Tenerife recomienda secar bien el oído al salir del agua y asegurarse de que ésta no ha penetrado en él. Para mayor seguridad, a las personas que hayan tenido una cirugía auditiva previamente se les aconseja el uso de gorro de baño; y en pacientes con dermatitis seborreica, inmunodeprimidos y en diabéticos se recomienda el uso de tapones.

Asimismo, para una buena limpieza no es recomendable el uso de bastoncillos porque, aunque retira parte del manto lipídico inservible, a su vez empuja restos de cera a la zona del tímpano, con lo que favorece la producción de tapones y el riesgo de infección.