> Las autoridades chinas han ordenado en Kunming el cierre de dos tiendas que vendían productos falsos de Apple, decisión que no responde a razones de piratería o de derechos de autor, sino porque las entidades no contaban con un permiso oficial de venta.

Una investigación ha descubierto que las tiendas no contaban con la licencia de distribución oficial de Apple, aunque el gobierno chino ha señalado que las empresas "no vendían productos falsos", sino que carecían de la licencia pertinente para vender artículos de la empresa estadounidense.

"China ha dado grandes pasos para hacer valer los derechos de propiedad intelectual y las tiendas no vendían productos falsos", indica un miembro del gobierno local.

No obstante, hasta el momento se han investigado unas 300 tiendas de Apple desde que un ''bloguero'' estadounidense denunciase la existencia de establecimientos que imitaban "casi perfectamente" a las empresas verdaderas de Apple, vendiendo sus productos como si fueran legales.

Además de la protección de las marcas, la legislación china prohíbe a las empresas copiar el ''look and feel'' de las tiendas de otras compañías, pero su aplicación es "a menudo irregular". Por ello, tanto EE.UU. como otros países occidentales han mostrado sus quejas a China.

En ese sentido, la piratería y la falsificación de software estadounidense en China cuesta al país norteamericano unos 48.000 millones de dólares (33.400 millones de euros) y 2,1 millones de puestos de trabajo, según la Comisión de Comercio Internacional.