España reclamó hoy un "esfuerzo global conjunto" para salvar a los millones de personas que están sufriendo los devastadores efectos de la sequía y el hambre en el Cuerno de África.

La secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, hizo ese llamamiento desde el campo keniano de refugiados de Dadaab, el mayor del mundo, para ayudar al "Haití de 2011", como se refirió a la tragedia que padece la región.

"Todos tienen que contribuir. Espero que los países que tradicionalmente no responden den un primer paso", dijo Rodríguez sin citar a ningún Estado en concreto, en una visita a los campos de refugiados de Hagadera e Ifo, dos de los tres recintos que forman Dadaab (este de Kenia), a unos 90 kilómetros de la frontera somalí.

En opinión de la responsable española de Cooperación Internacional, que relacionó la magnitud de las consecuencias del terremoto que sacudió Haití en 2011 con la actual crisis humanitaria de la región, "hay que actuar en Somalia, para que pare la afluencia de refugiados".

Asimismo, según Rodríguez, "hace falta ampliar el campamento y garantizar suficiente alimento y medicina", para lo que España ha anunciado que destinará 5 millones de euros adicionales a la partida concedida este año a la ONU.

Los tres campos que forman Dadaab -Dagahaley, Ifo y Hagadera- cuentan con capacidad para 90.000 personas, pero acoge actualmente a unos 400.000 refugiados, y se incrementa a razón de unas 1.300 personas al día que huyen de tres años sin lluvias en Somalia y del perenne conflicto de este país del Cuerno de África.

"No hay otra solución, para prevenir crisis futuras, que trabajar en las políticas agrarias de cada país. No hay otro modo. Hay que invertir en el medio rural, que es donde está la extrema pobreza", aseveró la secretaria de Estado.

"Y tenemos que actuar frente a la especulación en los mercados agrarios: no es de recibo que hoy la comunidad internacional tenga que comprar alimentos a un precio desorbitado por razones especulativas que multiplican su precio en el mercado. La subida del precio supone la pérdida de vidas humanas", alertó Rodríguez.

La responsable de la Cooperación Internacional de España aseguró que aún se está a tiempo de frenar esta crisis humanitaria, pero que el fin de Dadaab queda lejos.

"Lo que podemos dejar de ver -remarcó- son las situaciones extremas; desmantelar este campo, vamos a tardar en verlo".

El deterioro de la situación en el Cuerno de África se ha acelerado en los últimos meses hasta que, el pasado martes, la ONU declaró el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia -Bakool y Baja Shabelle-, algo inédito en este país en veinte años, y pidió unos 210 millones de euros para poder "salvar vidas".

Sin embargo, el grupo integrista islámico Al Shabab, vinculado a Al Qaeda y que combate al Gobierno Federal de Transición somalí para instaurar un musulmán en la región, aseguró hoy que las organizaciones de ayuda humanitaria de la ONU no tienen su consentimiento para operar en esos territorios, bajo su control.

Este anuncio llega después de que el pasado día 5, la emisora somalí Shabelle reprodujera una alocución del portavoz de Al Shabab, Ali Mohamed Rage, en la que pedía a las organizaciones humanitarias "musulmanas y no musulmanas" que ayudaran a la gente afectada.

La sequía que azota el Cuerno de África, la peor en la zona en los últimos sesenta años, y sus devastadores efectos han puesto en situación crítica a unos 11 millones de habitantes de la región, según las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias.

No obstante, la ONU no prevé que la hambruna se extienda más allá de Somalia, pese a la situación de grave crisis alimentaria que padecen el sur de Etiopía y el norte de Kenia.