Los beneficios aportados por la siesta están siendo alabados por multitud de organismos científicos que aseguran que el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica. Entre ellos destaca la disminución de las enfermedades cardiovasculares, la liberación de tensiones, el aumento de la capacidad de concentración y el refuerzo del estado de alerta.

La última institución en declarar los beneficios de la siesta ha sido la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), quien considera que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos. Los datos aportados por la Junta de Seguridad en el Transporte de EE.UU(NTBS) han demostrado la mejora de la efectividad de los controladores aéreos. El estudio determina que un sueño de 26 minutos ayudaría a mejorar un 34 por ciento en el rendimiento de estos trabajadores y reforzaría su estado de alerta un 54 por ciento.

Como explica el coordinador de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, el doctor Gonzalo Pin Arboleda, "el ser humano tiene como 2 o 3 "ventanas" durante el día que le inducen al sueño. Por ello, dormir durante un pequeño periodo de tiempo ayuda al cuerpo a soportar mejor el día".

Mientras que los efectos de la siesta sobre los adultos pueden ser beneficiosos, esta práctica en los niños y los ancianos es fundamental. Así, Pin explica que "En los niños menores de 5 años la siesta es una práctica estrictamente necesaria para el desarrollo físico y neurológico.

Todos los expertos coinciden que la siesta ha de tomarse en su justa medida. Como señala Mayoral, "cuando se toman siestas demasiado largas se pueden alterar los ciclos de sueño, y sufrir insomnio durante la noche". Por ello apuntan a que la siesta debe durar entre 15 y 20 minutos.